Hace unos meses, se me encomendó la autoría y la edición de libros de texto de educación primaria de una prestigiosa editorial. Confieso que desde que dejé mi trabajo de tiempo completo como editora de libros de texto, no me sentía tan emocionada haciendo lo que me gusta. No es que los cursos elearning o los manuales técnicos me aburrieran, todos los textos tienen su encanto y su arte de tratamiento. Pero la edición y la autoría de libros de textos para niños y jóvenes es algo que disfruto. Fueron meses de trabajo intenso, primero escribiendo el libro de Ciencias Sociales de segundo primaria y luego editando los libros de Ciencias Naturales. Sin embargo, la edición que realicé no fue respetada y una nesciente editora se adentró en los textos ya editados por mí y los destrozó. Cuando digo "destrozó", es porque literalmente así lo hizo. Al principio me costó asimilarlo, sobre todo porque siempre pongo pasión y entrega en lo que sé hacer mejor, editar. Sin embargo,