Recuerdo que mi experiencia con Acrobat Professional empezó en 2002, con mi trabajo en la edición en español de la Revista Migraciones Forzadas. En ese momento, conocí el programa porque fue Adobe Systems quien inventó los archivos en formato pdf (portable document format), formato que utilizaríamos para colocar los archivos de las ediciones de la Revista en su página web. Por ello, se me encargó encontrar una manera de crear estos archivos, para que su peso en la red no representara demasiado tiempo de descarga para el usuario. Hay que recordar que en ese momento las conexiones a Internet eran vía modem, conectados directamente a la línea telefónica, por lo que su costo era muy elevado. Logré hacer reducciones increíbles en los archivos y, en ese quehacer, aprendí mucho acerca de la versatilidad y gran eficiencia de Acrobat.
No obstante, estaba frente a un programa generador de una de las revoluciones editoriales más grandes del siglo XXI. Acrobat no solo podía crear documentos livianos, sino que era capaz de proporcionar al editor, un programa con herramientas de edición que marcaron la transición de las ediciones en papel hacia las ediciones digitales. Este avance ahorraba tiempo y esfuerzo, y se convirtió en una vía de comunicación más directa y sorprendentemente rápida, entre el editor, los correctores y los diagramadores. Imágenes, diseño y texto viajaban por la red de manera rápida, efectiva y en archivos muy livianos.
Una de las opciones que más utilizo y que me ha ayudado a detectar errores, principalmente de tipos y tamaños de fuentes aplicados en un documento, es la de detección de tipo de fuente, tamaño, grosor y espaciado. Recuerdo como muchos diagramadores se empeñaban en decir que la fuente no había variado de tamaño o tipo, en alguno de los fragmentos que yo señalaba. La negación del diagramador en corregir errores de este tipo, provocaba que los libros y publicaciones se imprimíeran con estas deficiencias.
Para mí, otra de las herramientas más útiles es la que proporciona la capacidad para mover imágenes y texto. Permite al editor, cambiar las imágenes de lugar y, mover hacia otros espacios, fragmentos del texto. De esta manera, se le proporciona al diagramador, la idea exacta de qué es lo que se necesita que haga.
Podría seguir explicando una a una las ventajas y los beneficios de Acrobat, pero creo que la mejor manera de conocer sus funciones es experimentar y probar qué herramientas son útiles para nuestro quehacer. Hay muchos foros para los usuarios del programa que incluyen las experiencias de otros y que son útiles para resolver las dudas que se presentan en su manejo. Pueden consultarse los siguientes sitios:
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